domingo, 14 de noviembre de 2010

Sin periodistas en el conflicto del Sáhara

Los impedimentos a la libertad de prensa en el conflicto de El Aaiún dan lugar a declaraciones e interpretaciones contradictorias sobre los hechos que se están produciendo en esta zona.

El gobierno de Marruecos acusa a los medios de comunicación españoles de manipulación en la cobertura de las informaciones relacionadas con los incidentes de esta semana en El Aaiún, capital del Sahara occidental.

Añade que el objetivo de los medios es conseguir una “grave manipulación de la opinión pública española, con el fin de exacerbar sus sentimientos contra Marruecos”, y que estaría en la línea de lo que denominan “una auténtica deriva odiosa y racista”.

Ha sido el  Ministro de Comunicación  y Portavoz del Gobieno marroquí: Jalid Naciri, quien  ha acusado hoy  a algunos medios españoles de “recurrir sistemáticamente a procedimientos falaces, técnicas innobles, manipulaciones abyectas y montajes inmundos” dentro de lo que califica  como “actitud irresponsable de varios medios de comunicación españoles”.
La declaración centra sus críticas concretas en el canal  de televisión Antena 3, los diarios ABC y El País, la emisora de radio Cadena Ser y la Agencia EFE.
 
El Aaiún en llamas
Estas declaraciones se presentan tras una semana en la que se han producido numerosos incidentes relacionados con la cobertura de la información sobre los disturbios ocurridos desde el  pasado lunes por el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui de Gdaim Izik junto a El Aaiún.

Así, el pasado jueves tres periodistas españoles fueron expulsados de Marruecos y a otros nueve se les impidió la entrada en el país. A su llegada a Gran Canaria, todos lamentaron los impedimentos que el gobierno Marroquí pone a la libertad de prensa.
Una de estas tres periodistas expulsada es Angels Barceló quien ha afirmado que “El gobierno de Marruecos no respeta uno de los pilares del estado de derecho, que es el derecho a la información y que el Gobierno español no utiliza la contundencia que debería utilizar”.
Además la periodista ha añadido que la población tiene miedo y que no quiere ni imaginar lo que pueden pasar los saharauis  si ella y sus dos compañeros, “teniendo el apoyo del Gobierno de España”, han vivido “una noche de maltrato, una noche de detención, una noche de vejaciones”.  

Organizaciones de periodistas como la FAPE o reporteros sin Fronteras han denunciado la pasividad con la que el gobierno está reaccionando ante lo que consideran un atentado contra la libertad de información.
La periodista Carmen Gurruchaga, miembro de la junta directiva de reporteros sin fronteras, ha informado de que el pasado jueves su organización  elaboró un informe denunciando la situación que viven los periodista en esta zona a Exteriores,  y afirma que “Marruecos se está convirtiendo en China o Cuba”. Además añade que “el ejecutivo tendría que haber adoptado una actitud más fuerte y no limitarse  a decir que se trata  de cuestiones de Estado. Lo serán pero no se puede actuar de forma timorata”.

Disturbios en El Aaiún
Esta situación de veto a los medios de comunicación no sólo ha afectado a los medios españoles sino a corresponsales de diversos medios internacionales acreditados  en Marruecos  a quienes, a lo largo de toda la semana, la aerolínea de bandera Royal Air Maroc les ha impedido tomar un avión desde Casablanca con destino a Aaiún para cubrir los disturbios.
 Mientras el gobierno de Marruecos sólo reconoce que” decenas de personas han sido arrestadas tras el desmantelamiento del campamento”, el Frente Polisario denuncia la ”limpieza étnica de Rabat en El Aaiún” donde “se ha informado de 19 muertos pero no podemos decir cuántos hay...”

Durante la jornada de ayer el exministro español de Asuntos exteriores, Miguel Ásgel Moratinos, se reunió con el Ministro marroquí de Exteriores Taib Fasi Fihri para abordar ”las relaciones bilaterales, y principalmente, la Unión por el Mediterrráneo”, pero rehusó hacer declaraciones a la prensa a su llegada a Tánger.
Manifestación en Madrid
 Ante los hechos producidos durante esta semana, varios miles de personas representantes de todos los grupos políticos y sociales, excepto del gobierno, han recorrido las calles de Madrid en una manifestación para denunciar las violaciones de los Derechos Humanos que comete Marruecos y para pedir a la comunidad internacional, con España a la cabeza, que se cumplan las resoluciones de la ONU.

Los últimos testimonios recibidos en el día de hoy sobre este conflicto proceden de Silvia garcía y Javier Sopeña, dos activistas que se encontraban escondidos en el Aaiún y que atestiguan que esta ciudad se encuentra en “estado de sitio”, que continúan las torturas y las detenciones masivas, y que en los últimos días han permanecido ocultos y temerosos de su integridad física.

Silvia García y Javier Sopeña
 En definitiva, se trata de un conflicto que ha adquirido las dimensiones suficientes para que no se retrase durante más tiempo la solución que, hace años,  se debiera de haber acordado para una convivencia pacífica y que respete los Derechos Humanos.
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