domingo, 31 de octubre de 2010

La falta de agua potable:una crisis humanitaria silenciosa

El acceso al agua potable para todos es uno de los objetivos prioritarios que nuestra humanidad debe de conseguir con la máxima urgencia, y que exige una puesta en marcha comprometida y solidaria


Vivimos en un mundo globalizado donde los problemas que surgen en la población son los de toda la humanidad,ya que no afectan solo a la nación en la que se producen sino que sus efectos trascienden las fronteras.

Es el caso de la transmisión y propagación de enfermedades que estos días estamos viendo en Haití, donde el cólera ya ha llegado a Puerto Príncipe y donde la organización Médicos sin fronteras ha confirmado que la epidemia de cólera se ha cobrado ya más de 300 víctimas y 3.000afectados en una semana



Una mujer con el niño es en el hospital de Saint Nicholas en Saint Marc

Por su parte, el gobierno haitiano ha afirmado que la llegada de esta enfermedad no ha sido una sorpresa, y que  en diferentes escenarios internacionales ya alertó sobre la posibilidad de la llegada de ésta y otras enfermedades tras el terremoto del pasado enero.

Ahora las condiciones higiénicas y el acceso al agua potable son extremas para los 1.2 millones de desplazados que viven en tiendas de campaña y a los que es necesario reubicar.

Según ha explicado David Olson, especialista en cólera de MSF en Haití «la mejor forma de contener la propagación del cólera es previniéndolo y asegurándonos de que la población tiene acceso al agua potable».

En este momento la operación de emergencia sanitaria se centra todavía en las zonas rurales a orillas del río Artibonite, donde se ha registrado el supuesto foco de una enfermedad que se transmite por agua y comida contaminada.

Según la Organización Mundial de la Salud, en un momento cualquiera, dos de cada mil personas – tres cuartas partes de ellas, menores de cinco años – sufren algún tipo de enfermedad relacionada con el consumo de agua contaminada o de mala calidad y la mitad de los africanos sufrirá en algún momento de su vida problemas de salud por esta causa.



 Lo cierto es que, en este contexto, resulta paradógico  que siendo África uno de los continentes con mayor caudal de agua sea el continente con mayores tasas de población sin acceso al agua potable y al saneamiento.


Ante este grave falta, decenas de  iniciativas solidarias trabajan ya en la canalización del agua en algunos rincones de África, realizando zanjas que permitan el acceso de los poblados al agua potable para tratar de evitar enfermedades como el cólera , el tifus y la disentería, provocadas por la utilización del agua en malas condiciones de pureza.

Así, tras las inundaciones, las aguas retenidas son un foco continuado para la extensión de enfermedades a través de los mosquitos, algo evitable a través de la construcción de recogidas de agua y canalización  que permita el acceso al agua potable.

 Lo cierto es que en el s.XXI , más de mil millones de seres humanos se ven obligados a recurrir al uso de fuentes de abastecimiento potencialmente nocivas, algo que perpetúa la crisis humanitaria silenciosasa que acaba con la vida de unos 3.900 niños a al día.


La Comunidad Internacional intentó afrontar este problema en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo (2002) cuyo primer objetivo fue reducir a la mitad el número de personas sin acceso a agua potable y sin unas condiciones higiénicas básicas en el año 2015, algo que se convirtió también en uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (pdf).
Pero el año 2015 está cerca y no llevamos camino de conseguir el objetivo del milenio de acercar el agua potable a todos lo pueblos.




  Situados en el siglo XXI y con todos los avances tecnológicos en  la sociedad del primer mundo,deberíamos de estar avergonzados de mantener todavía a la humanidad en este estado de injusticia.

No podemos seguir esperando a que sean los actores internacionales quienes atajen esta situación, primero porque es injusto y segundo porque la grave falta de la solidaridad no nos puede dejar impunes ante una situación de pasividad semejante.

Se hace por tanto urgente poner en marcha todas la inversionesposibles para transformar “parques tecnológicos y otras inversiones varias” en la infraestructura necesaria para la canalización del agua en todos los continentes y para asegurar el acceso a la vida y a la salud de todos los seres humanos.
En definitiva la solidaridad debe de convertirse en el motor económico, tecnológico  y humano que asegure la dignidad y la supervivencia.









domingo, 24 de octubre de 2010

La gran proeza de Chile

La operación rescate de los 33 mineros chilenos, tras permanecer durante 69 días a 700 metros de profundidad, ha estado acompañada de una gran intervención mediática.
                                                           
Millones de personas en todo el mundo han seguido, pasa a paso, el proceso del rescate y la historia de supervivencia de los 33 mineros que durante 69 días han permanecido aislados, en la mina San José de Chile, a 700 metros de profundidad.

La operación se ha realizado gracias a los avances de la tecnología que ha permitido a la cápsula  Fénix 2 agilizar el rescate y devolver a la vida a los 33 mineros sanos y salvos, y con aparente buen estado de salud.

Desde que se produjo el derrumbe de la mina San José,  el desierto de Atacama se ha convertido en un espacio compartido por las familias de los mineros,  por unos 2000 periodistas de todo el mundo así como por la presencia del presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien ha recibido uno a uno a  los 33 mineros.

El último de ellos en salir, Luís Urzúa, le comentó que estaba muy contento pero inmediatamente apuntó su deseo de que esto no vuelva a ocurrir, algo a lo que el presidente se ha comprometido.

Ahora, tras compartir con cientos de países la angustia del derrumbe, la esperanza tras la llegada del mensaje ”estamos bien en el refugio los 33”, y la alegría  de su rescate, llega la hora de sentar las pautas para el futuro depurando responsabilidades.
Según declaraciones del abogado Edgardo Reinoso, los 33 mineros han tomado la decisión de ejercer acciones no solamente contra la mina sino también contra el Servicio Nacional de Minería así como contra la Dirección de Trabajo.
Por otro lado, la Fiscalía ha iniciado ya la investigación oficial del accidente de pasado 5 de agosto.

El rescate  bien puede calificarse de "proeza" por la enorme dificultad que suponía el acceso, por la humanidad  encarnada en las duras condiciones de los mineros, por la solidaridad que ha generado y por el enorme deseo de evitar que hechos como éste puedan producirse, a causa de unas condiciones de trabajo inapropiadas.

En definitiva, humanidad, tecnología y destreza, han convertido en un éxito mundial la recuperación de los 33 mineros, transformándolo en un acto de solidaridad gracias a los medios de comunicación. Un hecho que bien pudiera convertirse en antecedente de una larga lista que reivindique medidas justas y solidarias, a través de la intervención de los "media" a  nivel mundial.